Un combate sin vencedor

La república paliana tiene el objetivo de forjar relaciones positivas con otras naciones, pero hay pocos eventos en la memoria reciente tan trágicos como la Guerra de Umbraa. La civilización subterránea de Umbraa es globalmente reconocida por sus Piedras de Flujo, así que la república intentó arrendar varias minas. Sin embargo, la Reina de Umbraa se negó a acceder al gesto diplomático de la república. Determinada a no renunciar al trato, la república paliana envió a un prominente príncipe a enmendar la situación. Y entonces desapareció sin dejar rastro.

Ha estallado la guerra. La república paliana envió tropas a las profundidades de Umbraa, pero su inmensa superioridad numérica se vio contrarrestada por el horadado paisaje umbraano y su explosivo armamento. El ejército se encontraba en una situación de impasse, así que un general de la república se propuso acabar con el combate enviando asesinos para abatir a la Reina de Umbraa. Nadie sabe exactamente qué ocurrió durante la misión. La reina sobrevivió, pero la joven princesa no.

Con la desaparición de la heredera, el Gobierno de Umbraa se desmoronó caóticamente. Horrorizada por su intervención en la muerte de una niña, la república paliana decidió detener sus avances y restaurar a la Reina de Umbraa a su puesto. La historia de la Guerra de Umbraa está repleta de tragedias, pero es un recordatorio importante que mantiene la paz entre ambos estados aún a día de hoy.